"Kramp logra el equilibrio perfecto entre la profesionalidad de una gran organización y el trato a sus empleados como seres humanos"

Me incorporé a Kramp inmediatamente después de terminar mi máster en Psicología Empresarial en la Universidad de Varsovia en 2014. En aquel momento, la empresa se estaba fusionando con Grene, que era uno de los empleadores más grandes y conocidos de la ciudad donde yo había crecido en Polonia. Siempre había tenido un enfoque muy local, pero ahora se estaba volviendo más internacional debido a la fusión, lo que me atraía porque también había estudiado inglés.

Kramp buscaba un asesor de RRHH para apoyar todos los cambios culturales y relacionados con las personas. Me atrajo esta oportunidad porque, en lugar de ser administrativa, se centraba en comprender las necesidades y los retos de las partes interesadas y luego buscar juntos soluciones basadas en RRHH. Por suerte, Kramp estaba dispuesta a que trabajara desde casa, en Varsovia, en lugar de hacer el viaje de dos horas a la oficina todos los días.

A lo largo de la última década, he pasado por una serie de funciones generalistas de RRHH a nivel local, de Europa del Este e internacional. Hace aproximadamente un año me trasladé a mi puesto actual, una función global especializada dentro del Centro de Experiencia que ayuda a mis colegas de RR.HH. a prestar el mejor servicio posible a la empresa. Mi jefe directo está en los Países Bajos y trabajo a diario con compañeros de otros países, por lo que el 99% de mi comunicación se realiza en inglés. La fuerte conexión internacional entre países y culturas es una de las cosas que hace única a Kramp; no importa dónde esté la gente, todos nos sentimos parte de la misma empresa.

Otra cosa que me encanta de Kramp es la apertura a nuevas ideas; las sugerencias se acogen con optimismo y positividad: "¡Intentémoslo!" - en lugar de centrarse en los posibles obstáculos. También se nos anima a hacernos cargo de nuestro trabajo. Si detecto la necesidad de ajustar el Ciclo de Rendimiento anual, por ejemplo, tengo libertad para aplicar la mejora como me parezca oportuno, sin esperar instrucciones de mi jefe.

En cuanto al desarrollo personal y profesional, no sólo he recibido mucha formación relacionada con el trabajo, sino que Kramp también ha apoyado económicamente mi segundo máster a tiempo parcial en Psicología y Psicología Social. Y siempre he sentido que mi jefe y los demás miembros del equipo creen en mí, lo que me ha dado confianza en mis propias capacidades y me ha permitido prosperar, desde que llegué hace diez años, joven e inexperta, hasta el año pasado, cuando dudaba de si mi puesto actual me llevaría demasiado lejos de mi zona de confort. Mi jefe sabía que quería adquirir más conocimientos especializados y me ayudó a dar el paso centrándose en mis puntos fuertes más que en mis puntos débiles.

Este es sólo un ejemplo de cómo Kramp se preocupa por sus empleados. En mi opinión, la empresa logra el equilibrio perfecto entre la profesionalidad de una gran organización y el trato humano a sus empleados. Todos nos sentimos vistos, escuchados y aceptados, con todos nuestros defectos. Sé que no es habitual encontrar un empleador así, por lo que no dejo de recomendar Kramp a todos mis amigos y a cualquiera que esté pensando en unirse a esta gran empresa.